Conflicto en Gafa, marzo de 2008 (foto: Indymedia Rosario) |
Primer texto:
Conceptos a desarrollar: - El Estado, las patronales y la burocracia sindical - Su papel
Estado burgués en su concepción clásica se puede caracterizar rápidamente por dos elementos, posee soberanía plena sobre un territorio y su población, en donde ejerce su poder de manera efectiva y a la vez legítima, es decir, reconocida por sus dominados. Y por otro, se la considera una entidad ligada y a la vez, separada de la sociedad: una estructura conformada por un conjunto de instituciones que regula la vida de la sociedad sobre la que domina.
Los marxistas plantean que el Estado burgués es la expresión fundamental de la dominación de la burguesía por sobre la clase obrera y existe para garantizar este dominio. Una revolución socialista llevaría al debilitamiento del estado al transferirse su poder al conjunto del pueblo, hasta desaparecer. Esta idea no se constató en los países socialistas, por diversas razones, discutibles en otra instacia, pero de las cuales apuntaría dos: el dogmatismo que acompañó al autoritarismo stalinista en la Unión Soviética, que empobreció y redujo el pensamiento y la práctica política marxista en todos los países bajo su influencia, por un lado; y por el otro, la realidad de una construcción a la defensiva: en todos los países socialistas no pudo haber más que un socialismo limitado -más allá de lo enunciado por sus propagandistas- en principio por estar en guerra permanente con el imperialismo capitalista.
A lo largo del siglo XX, en los estados burgueses se dieron diversos procesos de "ablandamiento" de los estados capitalistas, en los cuales se dieron lugar a diferentes instancias de justicia social, que garantizaran en última instancia la continuidad del capitalismo. Estos procesos se dieron no sin gran oposición de sectores de la burguesía. Por ejemplo, en los países capitalistas centrales, como respuesta a la gran depresión del 30 John Maynard Keynes propuso establecer regulaciones al mercado. En nuestro país, un proceso vinculado a esta lógica, plagado de contradicciones, se dió con el ascenso al poder del general Juan Domingo Perón.
En la década del '90, con la caída del régimen soviético y la restauración capitalista en China, se incorporaron al mercado global masas de millones de personas. El poder económico concentrado profundizó el proceso de desarme de políticas sociales y liberalización económica que ya había comenzado en las décadas previas, esta proceso fue llamado neoliberal. En nuestro país se dio de forma paradigmática.
El neoliberalismo había surgido con fuerza en Estados Unidos y Gran Bretaña hacia fines de los 70 de la mano de los ultraconservadores en lo político, ultraliberales en lo económico Ronald Reagan y Margaret Tatcher. En nuestro país, fue la dictadura genocida de Jorge Rafael Videla y Martínez de Hoz la que se encargó de atacar, reformar y desarticular las estructuras sociales y económicas de justicia social heredadas de las luchas de las décadas anteriores. El proceso no se detuvo con la recuperación de la democracia parlamentaria en 1983, pero se profundizó a partir de la asunción de Carlos Saúl Menem, en 1989. El estado terminó de ser reformulado para garantizar el mayor poder y ganancia posibles a distintas facciones de la burguesía nacional y trasnacional. Esta etapa concluyó con una crisis de grandes proporciones en diciembre de 2001, en la cual se puso en cuestión la legitimidad de la dominación del estado tal cual estaba planteado.
Luego de un año y medio de fallidos intentos de restauración de la gobernabilidad precedente, surge un actor político inesperado, Néstor Kirchner, que abre una nueva etapa con políticas neodesarrollistas y gestos progresistas, limitadas ambas pero efectivas para empezar a suturar la herida en la legitimidad del sistema.
Luego de cinco años de gobierno bajo este esquema, en el 2008, estalló la primera gran crisis. Un sector de la burguesía, que podríamos calificar de oligarco-agropecuaria, capital especulativo financiero y sus representantes políticos, considerando que la crisis sistémica estaba reparada, empezaron a avanzar buscando una restauración a la lógica política y económica de la década previa. En estos momentos la disputa política por el control del estado se da con más fuerza en términos intra-burgueses que como conflicto entre clases. Lo cual no quiere decir que no haya expresiones de este último.
El modelo neo-desarrollista de los Kirchner ha beneficiado a diversos actores:
- sectores de la burguesía industrial y agropecuaria nacional en algunos casos,
- a capitales transnacionales les ha garantizado las ganancias fabulosas de la década previa o incluso ha abierto negocios nuevos en el marco de la explotación salvaje de los bienes comunes (petróleo, gas, minerales), y con esto ha ganado la aprobación del imperio
- ha beneficiado a distintos sectores populares: los sectores asalariados formales del sector privado fueron los principales beneficiarios de sucesivas medidas; el crecimiento económico generó grandes cantidades de empleo informal, "empleo basura" que de todas formas es considerado una mejora objetiva por las grandes masas de trabajadores de los niveles más pobres que la década anterior había dejado en la desocupación; con posterioridad al estallido del conflicto intraburgués, en el marco de recuperar iniciativa política el gobierno ha adoptado medidas concretas de la agenda progresista, entre las cuales la más relevante es sin duda la Asignación Universal por Hijo.
Sobre la realidad actual de la clase obrera, según afirma Héctor Palomino, Director de Estudios de Relaciones del Trabajo-Ministerio de Trabajo. Profesor de la Carrera de Relaciones del Trabajo-Facultad de Ciencias Sociales-UBA en http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-151412-2010-08-16.html "los asalariados constituyen actualmente el 76 por ciento de los ocupados urbanos, la tasa más elevada alcanzada históricamente por esta categoría, mayor incluso a la registrada en 1974, cuando alcanzaba el 74 por ciento".
Este incremento repercute directamente en el peso político de los sindicatos: "Casi dos tercios de estos asalariados están registrados por sus empleadores en el sistema de seguridad social e integran, por lo tanto, la base social sobre la cual los sindicatos nutren su afiliación y ejercen su representación. De allí que los sindicatos hayan incrementando paulatinamente la cantidad de sus afiliados en los últimos años, al ritmo de la incorporación de los asalariados registrados en el empleo".
[fin de la cita]
El sindicalismo argentino "tradicional", el de la CGT de raíces y prácticas vandoristas, se encuentra ahora mismo en un lugar paradójico: ha recuperado buena parte de su peso político histórico de la mano de Moyano -que en la década del 90 se escindió de la CGT neoliberal, que fue cómplice del remate abyecto del estado- pero está a la vez duramente cuestionado desde el interior de la propia clase trabajadora y al borde de sufrir un cambio sustancial en su marco legal.
Hay otra gran vertiente histórica en el sindicalismo argentino, representada en un momento por la CGT de los Argentinos, por Agustín Tosco, que tiene sus raíces en los sindicatos clasistas de anarquistas y comunistas de fines del siglo XIX y principios del XX y que encuentra, fragmentaria y contradictoriamente, su lugar actual al interior de la CTA, donde convive con expresiones burocráticas socialdemócratas. En parte, este conglomerado socialdemócrata-clasista que es la CTA es la que le está disputando la dirección del movimiento obrero a la CGT con una fuerza que no tenía desde hace cuarenta años.
Pero pensar que la crisis del modelo sindical se debe sólo a los aciertos de la conducción de la otra Central (y sus asesores legales) es un error. Es un factor, pero es gravitante sólo en tanto se suma a un proceso, una crisis que proviene desde abajo de las estructuras sindicales, o sea, desde las bases.
En nuestra nota http://argentina.indymedia.org/news/2010/06/738087.php sobre el grotesco paro que la conducción nacional de ATILRA realizó contra las elecciones de delegados en SanCor, el 10 de junio pasado, decíamos:
El modelo sindical argentino, en vigencia hace más de 50 años, es el modelo denominado de personerías gremiales, donde a un solo sindicato por actividad se le reconoce una serie de derechos exclusivos. Surgido en la década del '40, está basado en la representación sindical en los lugares de trabajo, con cuerpos de delegados fuertes. La dictadura genocida de 1976 arrasó con las bases, secuestrando y asesinando a miles de activistas obreros. Lo que quedó en pie fueron las estructuras "por arriba", sindicatos, federaciones y una central, la Confederación General del Trabajo (CGT), que poco hizo para detener la destrucción de los derechos laborales y el remate del país.
En la última década, al calor de la nueva dinámica económica y la reapertura de las paritarias, el movimiento obrero en su conjunto incrementó su protagonismo. A la vez, y como nunca, el modelo sindical vigente empezó a dar muestras de agotamiento. El descontento de las bases, por más desorganizadas y fragmentadas que estuvieran, fue creciendo lentamente, metiendo presión a los dirigentes. A menudo asfixiada la democracia al interior de la estructura sindical, los trabajadores empezaron a buscar organizarse por fuera de la misma.
Este proceso tuvo un punto de inflexión: el fallo de la Corte Suprema de la Nación que en noviembre de 2008 declaró inconstitucional el artículo 41, inciso a, de la ley 23.551, que impide elegir delegados por fuera del sindicato reconocido en su sector. De esa forma cuestionó el modelo sindical argentino de personerías gremiales. A partir de entonces, hubo una explosión y consolidación incipiente de nuevas experiencias de organización gremial. El conflicto desatado alrededor de las elecciones de delegados en el Centro de Distribución SanCor Rosario forma parte de este paisaje.
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Para encarar una acción política hacia la clase trabajadora, además de hacer una lectura de coyuntura a la cual he intentado aportar, faltaría algo que considero muy importante. La propia definición de burocracia sindical debe ser problematizada. Como bien indica Alejandro Belkin del Taller de Estudios Laborales (TEL) en http://www.anred.org/article.php3?id_article=3449&var_recherche=burocracia, existe entre la militancia un sentido común, una concepción tradicional que piensa a la burocracia sindical como una losa o dique de contención que detiene a los trabajadores. Esta concepción presupone que:
"Los trabajadores aparecen predispuestos permanentemente al combate pero son refrenados una y otra vez por las conducciones gremiales. Las bases se encontrarían permanentemente en estado de ebullición, sin embargo, la pérfida acción de sus dirigentes no permitiría que esas fuerzas sean liberadas. Sería suficiente quitar de encima del proletariado a esta «losa burocrática» para que puedan desplegarse, sin contención alguna, las energías revolucionarias que anidan en el corazón del proletariado. Nos preguntamos, ¿siempre las bases quieren luchar?"
Agrega luego que:
"Aceptando que son los métodos fraudulentos los que explicaran la perpetuación de las conducciones, ¿los trabajadores de base no tienen ninguna responsabilidad al respecto? En muchos casos, esta situación, ¿no refleja la apatía de los trabajadores? La libertad de la que goza la burocracia sindical para realizar fraude en las elecciones, ¿no expresa, de alguna manera, que la clase no ha querido, no ha podido o no ha sabido organizar una fuerza opositora lo suficientemente poderosa para imponer otros mecanismos de decisión?"
Por lo tanto, sería un error considerar que "contamos con las masas", ""que el grueso de los trabajadores está a favor de una política consecuentemente anti-burocrática".
"Por el contrario, la tarea principal consiste en ganarse a los compañeros para una política alternativa a la de la burocracia, participativa y democrática. Tenemos que acercar a aquellos compañeros desinteresados en las cuestiones sindicales, convencerlos de la necesidad de organizarnos y pelear, de lo contario, la patronal seguirá explotándonos cada vez más. A los compañeros que confían en la patronal, debemos demostrarles que ese camino es una vía muerta. Que los intereses de la patronal son antagónicos con los nuestros. A los trabajadores que depositan sus esperanzas en la burocracia sindical, debemos ganarlos para una política sindical diferente. En definitiva, debemos contribuir a revolucionar las bases obreras para generar las condiciones necesarias para pelear por otra dirección sindical para el movimiento obrero".
Agregaría entonces que al desarrollo económico-político que hice le falta algo fundamental: el aspecto cultural, la "batalla de ideas". El triunfo del neoliberalismo fue el triunfo del pesimismo, de la desesperanza, del individualismo. Para los que buscamos un cambio social, la década del 90 fue una profunda derrota cultural. La tarea política de la que habla Belkin incluye la recuperación colectiva de la esperanza en el cambio, y esta es una tarea política y cultural, podríamos decir también que es una tarea cosmológica, en el sentido de que implica en última instancia ser capaces de pensar el mundo de nuevo para poder pensar en un mundo nuevo.
Segundo texto:
Conceptos a desarrollar: - Luchas desarrolladas - Conflictos, formas de resolución (metalúrgicos línea blanca, lavadero, docentes, Atilra, Malhe, etc). Conflictos "soterrados" o no manifiestos. Elementos para un balance
Los conflictos citados se dan en el marco del proceso de los últimos años planteado arriba: modelo neo-desarrollista, incremento del peso y protagonismo del movimiento obrero organizado (en sus distintas expresiones), incremento del peso y protagonismo de los trabajadores asalariados, y son casi todos ellos conflictos en torno a la representación, la libertad y la democracia sindical (y en los dos que no lo fueron: docentes y Mahle, los conflictos al interior de la organización sindical fueron un elemento que influyó fuertemente en su desarrollo).
El conflicto del Lavadero Virasoro tuvo varias etapas, la principal estalla en junio de 2007. Fue un conflicto en el que la patronal -Jorge Guidetti- y el sindicato UOETSYLRA trabajaron conjuntamente para impedir que los trabajadores pudieran elegir delegados. Ante esto, los obreros acudieron al sindicato de químicos de Fray Luis Beltrán, que solicitó la extensión de su zona de influencia y convocó a elección de delegados. La patronal reaccionó despidiendo a los activistas, que montaron una carpa en la puerta de la fábrica. El conflicto se extendió seis meses. Los ministerios de trabajo de Nación y Provincia jugaron a favor de los intereses patronales y el conflicto terminó resolviendose en Tribunales provinciales, con un juez como mediador. Una vez que los obreros despedidos aceptaron cobrar indemnizaciones, recién entonces el estado autorizó la extensión de la zona de influencia de los químicos. Claro, ya no servía para nada.
Los conflictos de metalúrgicos de línea blanca (Briket, Gafa, Bambi) fueron similares, con la diferencia de que los obreros estaban más débiles y tenían enfrente a un sindicato traidor más poderoso y experimentado que la UOETSYLRA: la UOM Rosario. Por ende, fueron mucho más breves. Estos conflictos se dieron uno tras otro en las primeras semanas de 2008 y consistieron en una acción patronal coordinada entre los empresarios de la cámara del sector para identificar y despedir activistas que intentaban elegir delegados, iniciativa que contaba con la abierta complicidad de la UOM. Muy similar fue un conflicto posterior, en la planta de Ruedas EB de Fighiera, en abril de 2009.
La UOM Rosario nunca eligió representantes sindicales en estas ni en la mayoría de las fábricas de Rosario. Malhe era una de las escasas excepciones. Allí sí había delegados. La conducción de la UOM Rosario, duramente repudiada por las bases al comenzar el conflicto allí, también en abril de 2009, apretó a los delegados para que los trabajadores no los repudiaran, a cambio de no abandonarlos del todo.
El conflicto de Mahle fue diferente a los otros porque se enmarca en políticas globales de la transnacional autopartista, que estaba efectuando un recorte de trabajadores a escala planetaria, y que muy probablemente deseaba cerrar la planta de Rosario desde el mismo momento en que la adquirió, en el "paquete" junto al resto de Dana, dos años antes. También fue distinto porque alcanzó gran repercusión y cobertura mediática, y llegó a involucrar a la conducción nacional metalúrgica y al gobierno nacional. En un momento el secretario de Comercio, Moreno, amagó con una suerte de estatización, pero desde el interior del mismo gobierno dieron de baja a su iniciativa. Finalmente se alcanzó una victoria pírrica para los trabajadores: la presión ejercida llevó a que el gobierno garantizara que la planta no se cerrara por la multinacional Mahle, en cambio, se la entregaron con ventajas a un empresario nacional, pero la mayor parte de los trabajadores quedó de todas formas en la calle. Todavía este conflicto no está cerrado del todo.
Por último, el conflicto más claramente vinculado a la democracia y libertad sindical, su vigencia y su falta, es el de ATILRA Rosario.
En nuestro resumen publicado el 3 de diciembre de 2009, al cumplirse un año del salvaje ataque de 2008 (en http://argentina.indymedia.org/archives/archive_by_id.php?id=5353&category_id=28 ) , decíamos:
LA DEMOCRACIA SINDICAL Y LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES BAJO FUEGO
ATILRA Rosario: A un año del brutal ataque
Hoy se cumple un año del ataque de la burocracia sindical de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina sobre la delegación local del gremio. Los hechos ocurridos dejaron un tendal de heridos y un trabajador asesinado y ya entraron en la historia como una de las más salvajes agresiones sindicales desde el regreso de la democracia.
A las 12,30 horas del 3 de diciembre de 2008, un conjunto de alrededor de mil personas, en su amplia mayoría empleados de SanCor de distintas localidades, liderados por una patota compuesta de integrantes del Concejo Nacional de ATILRA, barrabravas y patovicas llegó a la esquina de San Luis e Iriondo -bajo la pasividad de un escandaloso operativo policial que les facilitó el acceso-. Allí, la conducción de ATILRA Rosario había convocado a un acto en repudio a las agresiones sufridas por sus integrantes pocos días antes, también a manos de la patota.
Ese primer hecho de violencia había ocurrido una semana antes, y tuvo escasa difusión. En la mañana del jueves 27 de noviembre, la empresa SanCor permitió el ingreso al Centro de Distribución Rosario de un grupo agresor compuesto por una masa de 300 trabajadores de otras plantas de SanCor junto a patovicas que llegaron a Rosario bajo la dirección del Secretario General Nacional de ATILRA, Héctor Ponce, y otros integrantes de su Concejo Directivo.
¿Cuál fue la fuerza motora de tamaño despliegue de violencia? ¿Se trató de una disputa ideológica, el deseo de disciplinamiento interno de un caudillo autoritario y enloquecido, o había más? Hay dos palabras, dos marcas, que contienen la clave del ataque: SanCor y Cotar.
[fin de la cita]
En la nota continuamos detallando los pormenores del conflicto, que no son pocos, y que exceden la intención de disparador del presente texto. Para resumir: Ponce atacó la seccional Rosario para evitar que los obreros de Cotar y SanCor Rosario tuvieran alguien que los defienda.
Luego, al cierre de esa nota, planteábamos que::
El proceso de ATILRA Rosario durante el último año es la crónica de un brutal ataque contra la libertad y la democracia sindical, financiado por las patronales, ejecutado por dirigencias gremiales apartadas de su función original y vueltas contra sus representados con la ayuda de fuerzas de choque mercenarias, y garantizado por todas las instancias del estado, desde las fuerzas de seguridad, pasando por los tribunales y alcanzando las altas instancias ministeriales.
[fin de la cita]
Me gustaría destacar las palabras de Víctor "gringo" Vega, el último secretario general de ATILRA Rosario, un obrero industrial de base, de origen rural, firme y honesto, y muy claro para decir algunas cosas. Él habla, a su manera, de "la batalla de ideas", de la disputa ideológica por sumar a los compañeros.
¿Cuáles son las perspectivas, ahora que el activismo rosarino de la industria láctea ha sido despojado de la herramienta que sostuvo durante una década y media?
Víctor Vega prefiere hacer un poco de historia para hablar del futuro.
"En estos 16 años la Seccional Rosario ha tenido una política totalmente distinta a la conducción nacional. Tenemos que tener presente que en el medio hubo un cambio en la conducción nacional, en el que colaboró y mucho la Seccional Rosario . Y en un principio pareció bueno porque se habían empezado a conseguir conquistas que se venían perdiendo, caso puntual, reivindicaciones dentro de SanCor, de los compañeros de Milkaut, y se logró algo que no se veía hace tiempo en el sindicalismo argentino: la movilización de cantidades importantes de trabajadores a los distintos conflictos en el interior del país".
"Pero lamentablemente quien conduce el sindicato desde 2002, Héctor Ponce, ha usado en algunas oportunidades la fuerza de esos compañeros para destruir puestos de trabajo. Puntualmente lo ha hecho con los compañeros de Parmalat, 1200 trabajadores quedaron en la calle del 2005 al 2007, sin pelear por los puestos de trabajo. Hoy lo está haciendo con los trabajadores de Cotar, está pretendiendo que, por el poder que tiene al estar al frente del gremio, los trabajadores de Cotar queden de rodillas ante SanCor y pierdan sus puestos de trabajo".
"Esta persona demostró el 3 de diciembre de 2008 que no puede estar al frente de ATILRA, porque engañó a los trabajadores diciéndoles que venían a una asamblea y los trajo a pleno centro de Rosario a un enfrentamiento con compañeros trabajadores de la industria lechera, con el trágico saldo que ya todos conocen. Las perspectivas son lograr a futuro que los trabajadores tengan el gremio para defender sus derechos e intereses y sacar a los dirigentes que hoy están que sólo representan sus propios intereses y los de los patronales. Pero sabemos que va a ser a largo plazo, tenemos que hacer un trabajo de hormiga con los compañeros de todo el país mostrándoles la forma engañosa que tiene de conducir el gremio esta persona".
[fin de la cita]
Para buscar noticias de Indymedia Rosario respecto a estos conflictos, sugiero revisar por fecha el archivo de noticias destacadas ubicado en http://argentina.indymedia.org/archives/archive_display_list.php?category_id=28
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